miércoles, 23 de diciembre de 2009

La Tradición Católica del Árbol de Navidad




Es costumbre adornar un árbol (abeto, pino, etc.) para la Navidad. Muchos se preguntan si esta tradición es pagana o cristiana. Existen testimonios de los mismos Padres de la Iglesia que atestiguan esta práctica devota, pero la prueba más grande es que existe una Bendición de Árbol de Navidad. Últimamente el Papa Benedicto XVI ha dictado varias Catequesis sobre el árbol y su simbología, rescatando la tradición patrística y más reciente.

La tradición más antigua es la de decorar o armar un árbol de Jesé, que es el árbol genealógico de Jesús (como atestigua la imagen superior), Esta tradición se puede encontrar ya desde el siglo III, y con mayor fuerza durante la edad media, la imagen de la cabecera es de un Breviario de Isabel la Católica. Jesé, padre de David, constituye el Pater del Linaje de Jesús, del ärbol Genealógico de Jesús. En tradiciones quiteñas, provenientes de España, se encuentran libros para niños en los que aparecen instrucciones con ilustraciones de cómo hacer un Árbol de Jesé.




  • Se habla del "árbol" del Paraíso en Gn II, 9-17. Árbol del cual Adán y Eva comieron el fruto en desobediencia a Dios. El Árbol de Navidad nos recuerda el origen del Pecado y la actual condición humana, por eso se decora de forma llamativa, pues para Eva "Era deleitable a la vista". Es un símbolo de Penitencia, de Sacrificio, de Perdón, de Expiación, de Mortificación ya que al presentarlo en el lugar central de nuestra casa queremos decir que reconocemos nuestra Miseria, contrastado con la Misericordia de Dios, Humilde en un Pescebre, por eso se pone el árbol cerca del Pescebre.


  • Por supuesto también se relaciona con la Cruz, como el Árbol de la Vida, la Cruz es para los paganos un simbolo de derrota, para los cristianos un simbolo e triunfo, por eso se decora, se adorna, se ilumina, y debe ser en un árbol vivo.


  • El Salmo 96 dice "Aclamen los árboles del bosque delante del Señor que ya llega", el Árbol de Navidad se pone delante del pescebre, para que aclame al Niño Dios, además se arma antes de la Navidad misma, como para indicar la segunda parte de esta frase del salmo "Que ya llega", es decir como preparación de la Venida o de la Natividad, el Árbol de Navidad es preparación de la Navidad misma.


  • También se vncula con el árbol de la vida, lo que aparece en Isaías 60, 13: "“Vendrá a ti, Jerusalén, el orgullo del Líbano, con el ciprés y el abeto y el pino, para adornar el lugar de mi santuario, y ennoblecer mi estado”


  • O con el Árbol de Jesé por cuanto el Niño Dios,al Encarnarse, y tomar la condición humana, la toma con todo lo que ésto implica, pertenecer a una familia, a un linaje. Refleja la Humanidad de Cristo: Dios hecho Hombre, el principal sentido de la Navidad.


  • Las luces simbolizan la Luz de Cristo que, en medio de la Noche Ilumina al Mundo. Se corona el Árbol con la Estrella, simbolo de la Estrella de Belén, del mismo modo en que Cristo es la Luz del Mundo (Ego sum lux mundi), y nos recuerda a nosotros nuestro sentido apostólico: Ustedes serán Sal y Luz del mundo.


  • Los regalos a los pies del Árbol simbolizan los dones que hemos recibido, puestos a disposición de Dios, a los pies de Dios, tal como lo hicieran los Reyes Magos.
  • La Decoración misma del árbol, que incluye frutos, como simbolos del Fruto del Paraíso, Palomas, como símbolo del Espíritu Santo, Ramas de Colores, como símbolos de la Vid


El Papa Benedicto XVI ha dicho:


-"La Iglesia nos invita a levantar con orgullo la Cruz gloriosa para que el mundo vea hasta dónde ha llegado el amor del Crucificado por los hombres, por todos los hombres. Nos invita a dar gracias a Dios porque de un árbol portador de muerte, ha surgido de nuevo la vida. Sobre este árbol, Jesús nos revela su majestad soberana, nos revela que Él es el exaltado en la gloria. Sí, “venid a adorarlo”." (Viaje Apostólico a Francia con ocasión del 150º Aniversario de las Apariciones de Lourdes (12-15 de septiembre de 2008) en la Homilía de la Misa)


-"Los árboles en las ciudades y en las casas deberían ser algo más que una costumbre festiva: ellos señalan a Aquél que es la razón de nuestra alegría, al Dios que por nosotros se ha hecho niño. El canto de alabanza, en lo más profundo, habla en fin de Aquél que es el árbol de la vida mismo reencontrado" (Homilía en la Nochebuena del Jueves 25 de Diciembre de 2008)